No tengáis miedo - XII Dom T. O.
El evangelio de este domingo nos insta a no tener miedo, a mantener la calma, a confiar en Dios. Pero también a no bajar la guardia, a estar alertas y cuidando constantemente de la vida espiritual, tanto del cuerpo como del alma. No es fortuito que la Iglesia en su teología haya hecho hincapié en la unidad de cuerpo y alma, defendiendo así la unidad indisoluble de la persona humana.
En medio de este mundo y esta sociedad que nos tocó vivir, la cual se preocupa mucho o demasiado por lo externo, por el cuerpo; pero que descuida la parte interior del ser humano como dimensión intrínseca del mismo. El Evangelio de Jesucristo se levanta como estandarte, en defensa de esta dimensión espiritual que tanto hay que cuidar, y la cual crece en gracia como el cuerpo en salud y fuerza. Por lo tanto, se vuelve para el cristiano una necesidad velar por su dimensión corporal, un deber ejercitarse espiritualmente y una dicha el gozar de los dones de Dios en su integridad humana.