Prenoviciado: entrenarse para comenzar el camino
Cuando uno va a hacer el camino de Santiago, se recomienda que comience antes con un cierto entrenamiento progresivo que le vaya preparando para iniciar el camino. Si nos tomamos en serio el deseo de hacer el camino y poder llegar hasta el final, conviene que uno se vaya entrenando desde unos meses antes. ¡Cuanto más en serio nos tomemos el propósito y más responsables seamos en el entrenamiento, más probable será que todo llegue a final término!
El prenoviciado de los dominicos es una etapa de un año de duración al modo de un entrenamiento para comenzar la vida dominicana. Su objetivo es prepararse a vivir seriamente el año de noviciado. Muchas congregaciones religiosas tienen un noviciado de dos años de duración. Pero no es nuestro caso: en los frailes dominicos el noviciado sólo dura un año, por lo que es muy importante el periodo previo al noviciado en el que los aspirantes realizan el entrenamiento primero que los vaya preparando para iniciar el camino como frailes.
Hay dos elementos que no pueden faltar: el deseo sincero de buscar a Dios y el anhelo de servir a los demás.
El prenoviciado tiene un doble objetivo: por un lado, ayudar al aspirante a un discernimiento general sobre su vocación religiosa y a una aproximación inicial a los principales aspectos de la vocación dominicana; y, por otro lado, ofrecer a la Orden la oportunidad de conocer la idoneidad inicial de los aspirantes para iniciar el camino de la vida dominicana.
Durante este año, los prenovicios viven en una comunidad de frailes, participando de sus momentos de oración, encuentro cotidiano y en alguna de sus actividades pastorales, lo que permite una cierta iniciación a la vida común fraterna. Esto contribuye a una transición gradual desde un ambiente secularizado (y no poco individualista) a la forma de vida religiosa comunitaria, facilitando un tiempo para la adaptación psicológica y espiritual.
A su vez, en la reunión semanal de los prenovicios con sus formadores se profundiza en el sentido de la vocación humana, cristiana y religiosa, así como en el conocimiento, trato y familiaridad con la Palabra del Señor Jesús que nos sigue llamando a ser sus discípulos. Además, los prenovicios ahondan en su propia personalidad y en los rasgos que la forman, para lograr identificar y “desbrozar”, con la ayuda de quienes les acompañan, sus actitudes y capacidades para la vida religiosa.
Si bien todo el proceso de formación en un crecimiento progresivo, el prenoviciado lo es aún más si cabe. Por eso, no se puede esperar ni una motivación perfecta ni una formación completa ni una decisión madura y firme. Lo decisivo es la capacidad para una adecuada adaptación progresiva y la disponibilidad a aprender. Pero hay dos elementos en este discernimiento previo que no pueden faltar: el deseo sincero de buscar a Dios y el anhelo de servir a los demás. Es decir, el descubrimiento de la propia vocación centrada en el deseo de profundizar en el misterio de Dios de la mano del Señor Jesús y el compromiso personal de caminar unidos a Él. E igualmente, el descubrimiento de la propia vocación como un servicio a los demás, como un modo de contribuir a su felicidad y a que otros descubran la belleza del Evangelio y su fuerza salvadora. En este sentido, es decisivo el desarrollo de una actitud básica de compasión con los demás, especialmente mediante el contacto vivo con quienes más sufren.
El prenoviciado tiene doble objetivo: ayudar a discernir y conocer la idoneidad del aspirante.
Desde septiembre de 2016, el prenoviciado está ubicado en la comunidad del Olivar en Madrid, formada por 6 frailes de distintas edades y con apostolados variados, fundamentalmente en torno a la misión educativa y la formación teológica y a la pastoral parroquial. Los prenovicios participan en la parroquia Santo Cristo del Olivar, integrándose en el grupo del Movimiento Juvenil Dominicano (MJD). Durante el año hay varias oportunidades de conocer distintos apostolados de la Familia Dominicana en Madrid y asistir a distintos encuentros (reuniones y convivencias de Selvas Amazónicas y Acción Verapaz; Pascua y campo de trabajo del MJD; formación del Observatorio de Derechos Humanos; encuentros de formación de la Familia Dominicana; visitas a otras comunidades de dominicos, etc…).
También existen en el territorio provincial dos prenoviciados más: Uno del Vicariato Pedro de Córdoba en Cuba, y otro del Vicariato Antón de Montesinos en Uruguay.