Preguntas frecuentes

Preguntas frecuentes

Sobre la vocación

¿Qué es la vocación?

Hacerse esta pregunta es lo mismo que preguntarte por el sentido de la vida y por lo que nos da la felicidad. Todos nos hacemos estas preguntas, todos tenemos una vocación. La respuesta es algo que se va descubriendo, es un enigma que pone en movimiento todo nuestro ser, todas nuestras capacidades, incluso desconocidas, hacia la plenitud total, hacia Dios. Por eso “vocación” quiere decir “llamado” que Dios hace a la santidad, y que pide una respuesta.

¿Cómo descubro mi vocación?

Principalmente en la relación personal con Dios, poniendo en práctica los medios para profundizar esa relación: la oración y los sacramentos; y participando activamente en una comunidad eclesial; buscando acompañamiento espiritual para discernir los signos de Dios en la propia vida. También escuchando a qué me llama Dios en el día a día, con especial atención al oído del corazón para escuchar las cosas que nos solicitan y que nos alegran. 

¿Qué son los votos?

En el contexto de la fe los votos son los compromisos o ideales de vida por los que un religioso opta, de manera libre y voluntaria, y expresándolos públicamente consagra su vida a Dios en alguna de las diferentes familias religiosas de la Iglesia católica. Estos compromisos o ideales son tres: pobreza, castidad y obediencia; los cuáles tiene su fundamento en la misma vida de Jesús. Los votos tienen el objetivo de facilitar a quienes se sienten llamados a vivirlos una mayor configuración con el Señor. Los votos constituyen la esencia del estado religioso en cuanto que posibilitan la vida en comunidad y el apostolado.

 

Sobre los dominicos

¿Qué es la Orden de Predicadores? ¿Quiénes son los Dominicos?

La Orden de Predicadores o dominicos, es una comunidad religiosa de la Iglesia Católica, de carácter apostólico. Fue fundada hace 800 años por Santo Domingo de Guzmán para la Predicación del Evangelio, y confirmada por el papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216 mediante la Bula Papal "Religiosam Vitam".

¿Por qué nos llaman Dominicos?

Tiene su origen en un sueño que la beata Juana de Aza, la madre de Santo Domingo, tuvo cuando aún estaba embarazada de nuestro padre. En el sueño ella veía que daba a luz a un perro con una antorcha en la boca y que salía de sus entrañas al mundo corriendo por todas partes y a su vez incendiaba todo a su paso. La beata Juana acude al famoso monasterio de Silos y consultó a los monjes el significado de dicho sueño, a lo que le responden que ella va a dar a luz un niño que será tan fiel a Dios como lo es un perro a su amo y la antorcha en la boca no es otra cosa que el fuego del evangelio con el que prenderá todo a su paso. Tradicionalmente se nos conoce como Dominicos porque a partir de este sueño se nos denominó Perros del Señor que en latín se dice Domini-Canes.

¿Cuál fue el carisma que Santo Domingo recibió y transmitió a sus hijos, los frailes dominicos?

El carisma de Santo Domingo fue predicar. Y ¿qué es predicar? Es contemplar a Dios, por medio del estudio y la oración, en comunidad, para hablar de Él con mayor coherencia. Así lo sintetizó Santo Tomás de Aquino: “Contemplar y dar a los demás de lo contemplado”. Un dominico es alguien apasionado por la Verdad, es decir, por Cristo, que se ve impulsado mediante su vida y oración a transmitirlo a los demás.

¿Quiénes forman la Familia Dominicana?

Nuestra familia religiosa está integrada por: frailes, monjas de clausura, religiosas de vida apostólica, fraternidades laicales y sacerdotales y grupos de jóvenes. Actualmente la orden está presente en los cinco continentes.

  

Sobre el carisma dominicano

¿Cuáles son los pilares de la vida dominicana?

La vida cotidiana de los frailes se funda sobre la oración comunitaria, la vida fraterna en común, el estudio asiduo, la compasión hacia los excluidos y marginados y la predicación.

¿Qué significa vivir en comunidad?

Vivir en comunidad significa que los frailes habitamos en una misma casa (convento), ponemos los bienes en común, rezamos juntos, tomamos las decisiones juntos, y comemos juntos. Como dice la Regla de San Agustín, por la cual nos regimos, lo primero para lo cual nos hemos congregado en comunidad es para habitar unánimemente en casa y para tener una sola alma y un solo corazón en Dios.

¿Qué se requiere para ser fraile?

Además de otros criterios, existen unos requisitos básicos que, en la Provincia de Hispania, son:

  • Estar bautizado y confirmado.
  • Tener una edad comprendida entre 19 y 34 años.
  • Tener la titulación necesaria y capacidad para realizar estudios universitarios.
  • Ser natural o tener arraigo en uno de los países donde la Provincia de Hispania realiza su misión (España, Cuba, Dominicana, Paraguay, Uruguay y Guinea Ecuatorial)[1].
  • Tener buena salud y la madurez necesaria para afrontar con libertad y responsabilidad este estilo de vida.

En el acompañamiento inicial se verifican estos requisitos y otros criterios exigidos por la Iglesia y la Orden.

[1] En caso de no conocer la Provincia que está presente en tu país, puedes escribirnos y nosotros te facilitaremos la información.

¿Cuál es el proceso para ser fraile?

Acompañamiento vocacional: es un período en el que se mantiene contacto con el responsable de vocaciones, en el que, además de favorecer un conocimiento mutuo, se va haciendo un acompañamiento personal en orden a discernir la entrada en el proceso formativo.

Prenoviciado (1-2 años): es el tiempo en el que joven comienza a vivir internamente en una casa especial y destinada a un acompañamiento en el discernimiento de su vocación religiosa.

Noviciado (1 año): es la etapa de la formación como religioso, en donde aprende todo lo concerniente al carisma dominicano, su historia, sus tradiciones, la liturgia su espiritualidad etc.

Estudiantado (5-7 años): en este momento el religioso hace sus votos temporales e inicia su formación institucional en filosofía y en teología. En los años entre la profesión simple y la profesión solemne, el estudio académico ocupa un lugar privilegiado, pero no exclusivo. Es un tiempo de madurar y de profundizar en la vida dominicana, así como de continuar creciendo en la fe.

¿Y después? ¿A qué se dedican los dominicos?

El fraile predicador consciente de su vocación, ha de estar en constante investigación y actualidad para poder seguir así leyendo la realidad de una sociedad que está constantemente en cambio.

La misión de dominicos se distribuye en distintas actividades apostólicas: docencia en centros universitarios, así como investigación y publicaciones; gestión, enseñanza y animación pastoral en colegios Realizamos nuestra misión en parroquias y santuarios, en colegios y universidades, con los jóvenes y los más necesitados, en la investigación teológica, científica o el arte.

También desarrollamos una importante actividad misionera y de promoción humana y evangelización; asistencia social e instituciones de solidaridad; pastoral cultual y sacramental en Santuarios e Iglesias de predicación; pastoral parroquial; apostolados especializados (medios de comunicación social e internet, jóvenes, centros propios y diocesanos de la familia, grupos de oración y contemplación, etc.).

 

Sobre lo religioso 

¿Por qué existen tantas comunidades religiosas en la Iglesia católica?

El mismo Espíritu continúa renovando la Iglesia y sigue proponiendo nuevos caminos para llegar a Dios. Los caminos son múltiples porque Dios es infinito e infinitos son también los caminos por los que se puede llegar a Él. Un carisma siempre responde a las necesidades de cada una de las personas, en las distintas épocas, proporcionándole a cada ser humano el camino más adecuado para llegar a Dios y así alcanzar su propia plenitud y realización personal. 

¿Qué diferencia existe entre un sacerdote y un fraile o un monje?

En el lenguaje popular se aplica sin propiedad, como si los tres términos fueran equivalentes. Sin embargo, no son lo mismo:

Un sacerdote, en la Iglesia católica, es un hombre que ha recibido el sacramento del Orden Sacerdotal, y que en virtud del mismo puede celebrar la eucaristía y realizar otras tareas propias del ministerio pastoral. Puede pertenecer a una orden o familia religiosa, o a una diócesis.

Un monje o un fraile, en cambio, es una persona que ha hecho los votos de pobreza, castidad y obediencia, y pertenece a una congregación o familia religiosa concreta (franciscanos, dominicos, carmelitas, Agustinos…). Puede coincidir que además de ser religioso sea sacerdote, pero no tiene por qué serlo. Su vocación religiosa no tiene por qué ser una vocación al sacerdocio. 

¿Cuál es la diferencia entre monje y fraile?

Monje viene del latín tardío monachus, palabra para designar a los anacoretas, y que ya en su misma raíz tenía implícito el significado “soledad”. Se relaciona con el surgimiento de las primeras experiencias de vida contemplativa (en los siglos IV-VI d.C.), como por ejemplo los Padres del Desierto, ermitaños que abandonaban el mundo y vivían en el desierto.

Monje, por tanto, es un término más adecuado para referirse a hombres consagrados que viven en conventos, dedicados por entero a la oración. Es el caso de las órdenes contemplativas, como los benedictinos, cistercienses o cartujos.

Fraile es un término más moderno, que procede de la Edad Media (del latín frater), y que significa “hermano”. Fraile se suele emplear más para órdenes dedicadas a la vida apostólica, como los franciscanos, los carmelitas, los agustinos o los dominicos.

Las órdenes mendicantes surgieron en la Baja Edad Media y supusieron un gran cambio en la vida religiosa: estos nuevos religiosos ya no se encerraban en conventos alejados de la gente para dedicarse a la oración exclusivamente, sino que estaban en las ciudades, dedicados a los pobres, a la enseñanza de la fe, a los enfermos.