Sección: Identidad de predicadores
Un simple saludo de “buenos días”, un simple “gracias”, un simple “perdona” que brota desde el sagrario inviolable del hombre, es una predicación plena, completa, perfecta ... Nuestra predicación acelera la venida del Reino
El estudio es una actividad humana, pero nos habla de Dios a través de nuestra razón y nos lleva hacia él de una manera muy poderosa.
Así como las neuronas habitan en un órgano del cuerpo, en el cerebro, los frailes habitamos en un convento. El convento es nuestra casa y en casa siempre nos sentimos cómodos.
“la suprema felicidad humana solo consiste en la contemplación de Dios” Santo Tomás
La oración, dentro del carisma dominicano ocupa un lugar fundamental. Se encuentra en el centro y corazón de la vida del dominico.
El movimiento juvenil dominicano (MJD) es un movimiento que quiere englobar a todos los jóvenes dominicos en España. La Oración, el estudio, la comunidad, la compasión y la predicación definen nuestra vida y la forma de entender la Fe.
El carisma dominicano, “es completamente compatible con la vida laical”. Somos hombres y mujeres que siendo casados o solteros, desde nuestros propios espacios de vida y acción, contemplamos y buscamos dar a los demás de lo contemplado.
La Familia Dominicana tiene que insistir a tiempo y a destiempo en la predicación de la gracia, para urgir esas prácticas de justicia y misericordia, para sacar al cristianismo de tanto pesimismo, de tanto voluntarismo, de tanto moralismo…
Los laicos, estamos involucrados en la orden y procuramos trabajar en familia, orar en familia y predicar en familia. Estamos convencidos que juntos, trabajando al unísono con las otras ramas, podremos empujar el carro de nuestra misión más efectivamente.
La vida fraterna, es tarea, proyecto que construimos día a día, pero ante todo es don en la diversidad y en la pluralidad, regalo de Dios...