TERCER DOMINGO DE PASCUA CICLO-C

Fr. Salvador Nguema Nguema Nchama
Fr. Salvador Nguema Nguema Nchama
Malabo, Guinea Ecuatorial

TERCER DOMINGO DE PASCUA CICLO-C

Después de celebrar el acontecimiento más gozoso y significativo de nuestra fe cristiana, la “Resurrección”, estamos ante una de las apariciones de Jesús junto a los discípulos en el lago de Tiberíades. Es la tercera vez que Jesús se les aparece después de resucitar de entre los muertos, que coincide también con la celebración litúrgica del tercer domingo de Pascua del ciclo C. Las lecturas nos revelan la realidad de la Iglesia, la realidad de una manera de entender a Dios y lo que implica ser un seguidor de Cristo.

En la primera lectura, de los Hechos de los Apóstoles, podemos ver las grandes dificultades que encuentran los Apóstoles cuando quieren seguir con la misión evangelizadora, cuando quieren extender el proyecto de Dios en la persona de Jesús frente al poder amenazador del sumo sacerdote y de las autoridades, al intentar manejar, controlar y apagar la voz evangélica de los discípulos hasta el extremo de azotarlos. Pero a pesar de todo, a pesar de lo difícil que se lo ponen, en su interior se despiertan las llamas del Espíritu para anunciar el Reino y la Resurrección de Cristo: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. Y Aclaman con voz potente la Resurrección del Señor.

Los discípulos nos enseñan a todos los creyentes, hombres y mujeres, a escuchar ante todo y por encima de todo la voz de Dios. Obedecer a Dios ante todos los poderes del mundo, ante todas las dificultades; hay que confiar en Dios. Los ultrajes, persecuciones y dificultades de la vida no son suficientes causas y razones para renunciar a Dios.

En la segunda lectura también podemos ver claramente cómo San Juan comunica su experiencia personal de Dios. Contempla a Jesucristo como el Cordero de Dios, que aparece rodeado de una corte de seres que representan a toda la creación y allí el Cordero recibe el culto, el honor y la gloria. Y Juan nos narra en el Evangelio la aparición de Jesús junto a sus discípulos en el lago de Galilea. El relato nos cuenta, la actividad que estaban realizando los discípulos aquella noche: pescar. La iniciativa la había tomado Pedro: me voy a pescar y ellos también se animan: vamos también nosotros contigo. La respuesta parece mostrarnos que ya era considerado como el jefe del grupo en la ausencia de Jesús…, quieren estar juntos con él en el trabajo, ya antes que Jesús lo confirme.Tras una noche dura y de esfuerzo, no pescaron nada. En realidad les falta algo: la presencia de Jesús.
Cuando falta Dios en nuestras metas, proyectos, aspiraciones y en nuestras vidas…, nada parece funcionar, a pesar de los múltiples esfuerzos que hacemos; y si funcionara no nos satisface. Lo podemos corroborar cuando Jesús se les aparece al amanecer y les dice: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis pescado. Capturaron inmediatamente más de lo imaginado. Así es la presencia del Señor, la señal de que teniendo a Dios presente en nuestras vidas todo es diferente y maravilloso.
Pero con este milagro no termina la escena, pues también les invita a almorzar. Tras de lo cual, comienza -me atrevería a decir- lo más decisivo, relevante e intencional del texto: Jesús interroga a Pedro por tres veces si le ama, con lo que viene a contrarrestar las tres negaciones del Pretorio. Jesús quiere limpiar su conciencia, quiere aliviarle en su temor. Así es Dios, sin memoria de lo pasado; cada encuentro con Él es una nueva oportunidad que nos brinda para volver nuevos con Él.

Además, Jesús sabe que no se puede anunciar el Reino de Dios sin ninguna experiencia personal amorosa de él. ¿Por qué precisamente el amor?

Porque el amor a Jesús, el amor a Dios está por encima de todo, del poder de las tinieblas y de todas las situaciones humanas. De hecho, a Jesús no le interesa si Pedro es inteligente, fuerte, poderoso, autoritario o no, sino si le ama a Él, es decir, su amor a Dios. Y como lo tiene…, pues tiene todo lo demás. Por lo tanto, la pregunta de Jesús a Pedro va para todos, pero la respuesta también... Amor por encima de todo... ¿me amas…?