Una familia dividida no puede subsistir

Una familia dividida no puede subsistir

Fr. Vitaliano Apolinar Nsue Nguema Okomo
Fr. Vitaliano Apolinar Nsue Nguema Okomo
Real Convento de Predicadores, Valencia
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  “Una familia dividida no puede subsistir”, dice el señor. Mc 3, 20-35

Una de las naturalezas del ser humano es que nace en el seno de una familia la cual no elige él. También está la familia que elige y construye él en compañía de otras personas. Podemos distinguir las diferentes ramas de la familia: la biológica, la social (amistades) y la conyugal.    

Desde la familia biológica recibimos nuestra primera educación, damos nuestros primeros pasos, de la familia biológica sobre todo en la figura de nuestros padres aprendemos sobre el verdadero amor, nuestros padres nos dosifican con su cariño, su cuidado, su tiempo y sobre todo su corazón. El amor de nuestros padres es el reflejo del amor de Dios en sus criaturas, por eso el mismo Jesucristo le llama “Abba”. La oración más potente y que es símbolo de unidad entre todos los cristianos es la oración del Padrenuestro, la oración a la que nos expresamos a Dios como Padre de toda la humanidad. En esta misma oración le pedimos alimento espiritual y corporal (danos el pan de cada día) y también le pedimos protección (no nos dejes caer en la tentación).

El amor de nuestros padres es el reflejo del amor de Dios

No sé si es justo decir que la persona que somos hoy es gracias a nuestra familia biológica o simplemente nuestro hogar, pero sí vale la pena decir que le debemos mucho a nuestra familia.

Sobre nuestras amistades. Se lee en el Libro del Eclesiástico: «El amigo fiel es seguro refugio, el que lo encuentra, ha encontrado un tesoro. El amigo fiel no tiene precio, no hay peso que mida su valor. El amigo fiel es remedio de vida, los que temen al Señor lo encontrarán». Todo lo que aprendemos en el hogar con nuestra familia lo ponemos en práctica en nuestra vida social, concretamente en nuestras amistades; nuestras virtudes y valores se ven fortalecidos con estas almas gemelas que Dios nos regala.

Pero la familia no solo es cuestión de sangre, se trata de quién está dispuesto a sostener tu mano cuando mas lo necesitas. Eso es uno de los pilares de la Orden de Predicadores. Vivimos en comunidad, hacemos nuestra vida en comunidad, pero sin ningún tipo de vínculo sanguíneo o de amistad previo. Cuando digo amistad previo me refiero a que a veces las amistades las hacemos en la Orden y no las traemos antes de entrar en la Orden. 

El amigo fiel es seguro refugio, el que lo encuentra, ha encontrado un tesoro

Estos vínculos significan unidad, riqueza en cuanto a recursos humanos nos referimos. Al igual que se dice que nadie se arrepiente de haber estudiado, de esta misma manera puedo afirmar con toda contundencia que nadie se arrepiente de tener una gran amistad, nadie se arrepiente de decirle un te quiero a mamá y a papá. La división solo trae miseria, mala fortuna, tristeza, etc.

Disfrutemos de cada momento de estas personas que le dan luces a nuestras vidas, estas personas que nos dan fuerzas para levantarnos en cada mañana, no dudes decirle lo mucho que le quieres a una persona, un amigo/a, tu hermano/a, tus padres, todo aquel a quien consideras familia. ¿Qué puedes perder al hacerlo? ¿Nada verdad? Yo también pienso lo mismo.