Artículos de Fr. Manuel Ángel Martínez Juan
María abrió su manto bajo el que estaban reunidos sus hijos e hijas
los frailes deben seguir el ejemplo de santo Domingo «que en casa y de viaje, de día y de noche, era asiduo en el oficio divino y en la oración y celebraba con gran devoción los misterios divinos».
Su vocación dominicana de desarrolló con altura en tres ámbitos: la enseñanza de la teología, las numerosas tareas de gobierno que se le encomendaron y la predicación, acompañada de la dirección espiritual.