Asistencialismo inoperante en tiempos de pandemia
La crisis del COVID-19 a nivel mundial ha provocado un desequilibrio general en nuestras sociedades. Pero podemos decir que ha afectado particularmente a las familias más vulnerables y de pocos recursos que viven del sustento diario. Ante esta realidad, los gobiernos han intensificado el «asistencialismo» como medida para paliar la urgencia de la situación.
Verdadero significado de «asistencialismo»: el desarrollo integral de un determinado colectivo.
En nuestro país, República Dominicana, también el gobierno ha implementado una campaña de «ayuda», de la cual reconocemos lo positivo siempre que ha sido a favor del bienestar de los ciudadanos. Pero a su vez percibimos lo inoperante de estas ayudas puntuales cuando no se hace ningún otro tipo de esfuerzo en favor de la emancipación del ciudadano del poder estatal y su integración en el sistema económico que le proporcione estabilidad social. Al contrario, estas ayudas parecen tener como único objetivo vincular al ciudadano de modo dependiente al gobierno en una relación paternalista que se escuda en las ayudas para hacer proselitismo político a favor de las campañas de partidos.
Nos parece vergonzoso que se utilice este tipo de situación para manipular a las personas en beneficio político. Es vergonzoso y penoso porque atenta contra la dignidad de la persona, ya que humillan a las personas que están pasando por situaciones límites. Pero más lamentable es que se compre un derecho fundamental como es el voto libre. Es esta situación inhumana a la que llamamos «asistencialismo inoperante» de un gobierno que restringe las posibilidades de los nacionales al no facilitarles las herramientas y mecanismos de trabajo que les conduzcan al crecimiento y mejora de sus vidas; cuando, por otra parte, favorecen a las grandes industrias internacionales, aunque estas estén violentando los derechos fundamentales del ciudadano.
Qué pena que no se haga uso del verdadero significado de «asistencialismo», el cual tiene como finalidad el desarrollo integral de un determinado colectivo. Qué pena que nuestros dirigentes lo hayan entendido como «favoritismo»: los cuales se han atribuido el derecho de explotar a la población, ya que las ayudas repartidas proceden de préstamos que luego tienen que pagar los mismos ciudadanos a través de los impuestos. Sentimos vergüenza al saber que nuestro gobierno ha utilizado el dolor, la tristeza y la angustia dejada por la pandemia para tener una difusión política avasalladora. Si realmente el gobierno pensara en el bienestar de los ciudadanos, sus políticas y actuaciones se enfocarían por otras vías y la ayuda asistencial dejaría de ser un mecanismo de ventaja y utilitarismo partidista.