Encuentro vocacional Caleruega (10-12 de marzo 2023)
El fin de semana del 10 de marzo cuatro jóvenes compartimos una experiencia vocacional dominicana en el convento de Caleruega, dirigida por el promotor vocacional de la provincia, fray Juanma Martínez Corral OP. En el encuentro, pudimos disfrutar de los lugares más emblemáticos de la cuna del fundador de la Orden, en un ambiente de oración acogedor y fraterno.
El hilo conductor de la oración fue la experiencia de sed reflejada en el encuentro de Jesús con la samaritana: ella, como nosotros, descubre ante Jesús su sed de una vida más auténtica, de plenitud, en definitiva, sed de Dios.
Así, tras instalarnos, tuvimos la primera meditación, en la bodega de la beata Juana de Aza, en torno a la “sed” de luz del ciego Bartimeo, saciada al confiar en Jesús. Después de presentarnos y compartir cada uno un poco de su propia historia, tuvimos la cena, y el prior del convento, fray Arsenio, nos acompañó con su historia de vida y vocación.
La samaritana, como nosotros, descubre ante Jesús su sed de una vida más auténtica, de plenitud, en definitiva, sed de Dios.
En la mañana del sábado, participamos en la oración matinal de la comunidad de frailes dominicos, el Oficio divino y la Eucaristía. Tras el desayuno, nos dirigimos al pozo de santo Domingo, bajo el lugar donde según la tradición fue concebido. Allí, junto al pozo, era el lugar idóneo para centrarnos en el pasaje de la samaritana, y de compartir el fruto de nuestra oración y reflexión. Más tarde, tuvimos el rezo del Rosario, en el que fray Juanma nos ayudó a conocer y meditar sobre la impresionante vida de santo Domingo.
Ya por la tarde, la reflexión vocacional se centró en la llamada de Abrahán, primera gran figura vocacional de la Biblia. Después, aunque temíamos la lluvia, el tiempo nos permitió poder salir a pasear, compartiendo y contrastando en parejas, como los discípulos de Emaús, nuestras impresiones, deseos y búsquedas. Fue un momento entrañable de diálogo sincero y conocimiento mutuo.
Terminamos la tarde con la oración conventual de vísperas y la cena. Después tuvimos una vigilia de oración en torno a Zaqueo, otro hombre en búsqueda que presenta el Evangelio, y que encuentra en Cristo la verdad de su propia vida y el amor para el cambio que necesitaba.
El domingo, después de la oración, pudimos participar de la Misa con la comunidad de madres dominicas, presentes en Caleruega desde los primeros tiempos de la Orden. Finalmente, el padre Salas nos explicó con pasión y detenimiento los lugares más representativos que nos quedaban: la iglesia y el monasterio de las monjas, la importante biblioteca del convento y su propia exposición de obra escultórica, así como el taller donde durante décadas ha dado vida a su arte desde el espíritu dominicano. Por último, pudimos compartir en fraternidad la sobremesa con la comunidad de frailes, antes de volver cada uno de nosotros a su propio “pozo”, no sin una huella que la memoria y el corazón conservará.