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Artículos de Miguel Fabra García

Es un deber de la vida religiosa el estar abiertos a la recepción del Espíritu Santo, que no solo genera fuerzas para el abandono del mal (mediante la ascesis), sino que nos impulsa a practicar la virtud, «a hacer el bien en nombre del bien».
"El hombre se hace verdadero, se convierte en sí mismo, si llega a ser conforme a Dios; entonces alcanza su verdadera naturaleza. Por consiguiente, el reino de Dios está dentro de nosotros, en nuestros labios y nuestro corazón, cuando cumplimos la voluntad de
Esto que ahora tengo entre mis manos en adelante seré yo mismo en totalidad. Yo mismo presencializado en el Pan y en el Vino. Por consiguiente, no es una parte de su ser lo que se nos entrega, es todo Él.
Toda la vida predicadora de San Vicente parte del encuentro personal con Jesucristo, y de una fe profunda en Dios, que le incitará a predicar, no por propia iniciativa, ni para gloriarse de su persona o retórica