Dulce Nombre de Jesús

Dulce Nombre de Jesús

Fr. Cristo Manuel Acosta González
Fr. Cristo Manuel Acosta González
Real Convento de Predicadores, Valencia

Queridos amigos lectores,  hoy día tres de enero la Iglesia celebra la imposición del Nombre de Jesús, es una celebración de la que nuestra Orden de Predicadores, junto con otras, como nuestros hermanos Franciscanos, siempre han sido fieles custodios. Por eso les comparto en este pequeño artículo algo de la información que nos proporciona nuestro libro Propio de la Liturgia de las Horas dominicano, así como las reflexiones del Maestro en Sagrada Teología Ludovico Fanfani OP, en Le nostre preghiere. 

Breviario

El Dulce Nombre de Jesús: Historia, Devoción y Espiritualidad

La devoción al Santísimo Nombre de Jesús tiene raíces profundas en la tradición cristiana, remontándose a los primeros siglos del cristianismo. Desde sus inicios, los cristianos no solo veneraban el Nombre de Jesús con amor y respeto, sino que estaban dispuestos a confesar públicamente su fe y, en muchos casos, a sufrir el martirio por ella. Escritores apostólicos y la tradición eclesial dan testimonio de esta veneración que ha perdurado a lo largo de los siglos.

En la Iglesia oriental, esta devoción se vinculó íntimamente con la espiritualidad hesicástica, caracterizada por la contemplación profunda y el silencio interior. En Occidente, el Nombre de Jesús comenzó a adquirir un significado especial a partir del siglo XII, especialmente en los monasterios, donde el fervor por esta devoción se expresó en himnos como el conocido Jesu, dulcis memoria.

El Rol de los Dominicos en la Promoción del Nombre de Jesús

La Orden de los Predicadores desempeñó un papel clave en la difusión de esta devoción. En 1274, durante el Segundo Concilio de Lyon, el Papa Gregorio X encomendó al Beato Juan de Vercelli, entonces Maestro de la Orden, la misión de propagar el culto al Santísimo Nombre de Jesús. Esta responsabilidad fue tomada con gran celo por los dominicos, quienes desde los púlpitos y mediante escritos espirituales difundieron el amor y reverencia al Nombre de Jesús.

Figuras emblemáticas como el Beato Enrique Susón, quien grabó con un hierro candente el Nombre de Jesús en su pecho, y Santa Catalina de Siena, que iniciaba y terminaba sus cartas con la invocación Jesús dulce, Jesús amor, son ejemplos elocuentes del fervor dominicano por esta devoción.

San Bernardino de Siena, otro gran promotor de esta práctica, predicó incansablemente sobre el poder y la dulzura del Nombre de Jesús, difundiendo el símbolo del monograma IHS, que representa el Nombre de Cristo.

Los dominicos y el dulce nombre

La Liturgia y la Devoción Pública

En el ámbito litúrgico, la devoción al Nombre de Jesús comenzó a ser formalizada en el siglo XIV. Los franciscanos introdujeron formularios litúrgicos específicos en 1530, mientras que los dominicos hicieron lo propio hacia finales del siglo XVII. En 1721, la fiesta del Santísimo Nombre de Jesús fue incluida en el calendario litúrgico romano, aunque inicialmente se asociaba con la Circuncisión del Señor, celebrada el 1 de enero.

En el Misal Romano actual, esta festividad cedió su lugar a la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, pero se mantiene la posibilidad de celebrar la Misa votiva del Santísimo Nombre de Jesús.

Milagros y Testimonios

El Nombre de Jesús ha sido fuente de innumerables milagros y conversiones. Un ejemplo notable es el milagro atribuido a Santo Domingo de Guzmán, quien, mediante la invocación del Nombre de Jesús, logró salvar a un grupo de peregrinos que estaban a punto de ahogarse en el río Garona.

Asimismo, en el siglo XV, durante una devastadora peste en Portugal, el Padre dominico André Díaz organizó una ceremonia en honor al Nombre de Jesús y bendijo agua en su Nombre. Quienes bebieron de esta agua o fueron rociados con ella, experimentaron curaciones milagrosas.

Las cofradías del Santísimo Nombre de Jesús

Como fruto de esta espiritualidad, surgieron las cofradías o confraternidades del Santísimo Nombre de Jesús. La primera fue fundada en Lisboa en 1432 y se extendió rápidamente por Europa y el mundo gracias a la predicación dominicana. Estas asociaciones buscaban honrar el Nombre de Jesús, combatir la blasfemia y fomentar el respeto hacia este Nombre santo.

El Papa Pío IV aprobó oficialmente las cofradías, concediendo indulgencias plenarias a sus miembros. Más tarde, San Pío V  ordenó que estas asociaciones estuvieran bajo la supervisión de los dominicos. (Un Papa dominico, como no)

Una Devoción para Todos los Tiempos

El Dulce Nombre de Jesús no es solo una devoción del pasado, sino una fuente viva de consuelo y fortaleza espiritual para los fieles de hoy. Himnos como el Jesu, dulcis memoria y las Letanías del Santísimo Nombre de Jesús siguen siendo oraciones recomendadas, especialmente durante el mes de enero. (Os las comparto debajo)

En la actualidad, la devoción al Nombre de Jesús nos recuerda la centralidad de Cristo en nuestras vidas y el poder transformador de invocar su Nombre con fe y amor. Como enseñaba San Pablo: «Al Nombre de Jesús, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos» (Fil 2,10).

Que esta veneración siga siendo, en nuestros días, un faro de esperanza y una fuente de gracia para toda la Iglesia, especialmente para todos los que disfrutaremos de este regalo del año jubilar 2025. 

Nombre

 

 

Señor, ten piedad – Señor, ten piedad

Cristo, ten piedad – Cristo, ten piedad

Señor, ten piedad – Señor, ten piedad

Cristo, óyenos – Cristo, óyenos

Cristo, escúchanos – Cristo, escúchanos

Padre celestial, que eres Dios – ten piedad de nosotros

Hijo y Dios Redentor del mundo – ten piedad de nosotros

Espíritu Santo que eres Dios – ten piedad de nosotros

Santísima Trinidad, un solo Dios – ten piedad de nosotros

Jesús, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros

Jesús, resplandor del Padre, ten piedad de nosotros

Jesús, verdadera luz eterna, ten piedad de nosotros

Jesús, Rey de gloria, ten piedad de nosotros

Jesús, sol de justicia, ten piedad de nosotros

Jesús, Hijo de la Virgen María, ten piedad de nosotros

Jesús, amable, ten piedad de nosotros

Jesús, admirable, ten piedad de nosotros

Jesús, Dios fuerte, ten piedad de nosotros

Jesús, Padre eterno, ten piedad de nosotros

Jesús, ángel del gran consejo, ten piedad de nosotros

Jesús, poderosísimo, ten piedad de nosotros

Jesús, pacientísimo, ten piedad de nosotros

Jesús, obedientísimo, ten piedad de nosotros

Jesús, manso y humilde de corazón, ten piedad de nosotros

Jesús, amante de la castidad, ten piedad de nosotros

Jesús, que tanto nos amas, ten piedad de nosotros

Jesús, Dios de la paz, ten piedad de nosotros

Jesús, autor de la vida, ten piedad de nosotros

Jesús, modelo de toda virtud, ten piedad de nosotros

Jesús, lleno de celo por las almas, ten piedad de nosotros

Jesús, que deseas nuestra salvación, ten piedad de nosotros

Jesús, nuestro Dios, ten piedad de nosotros

Jesús, nuestro refugio, ten piedad de nosotros

Jesús, Padre de los pobres, ten piedad de nosotros

Jesús, tesoro de cada creyente, ten piedad de nosotros

Jesús, buen pastor, ten piedad de nosotros

Jesús, verdadera luz, ten piedad de nosotros

Jesús, eterna sabiduría, ten piedad de nosotros

Jesús, bondad infinita, ten piedad de nosotros

Jesús, nuestro camino y nuestra vida, ten piedad de nosotros

Jesús, gozo de los ángeles, ten piedad de nosotros

Jesús, Rey de los patriarcas, ten piedad de nosotros

Jesús, maestro de los apóstoles, ten piedad de nosotros

Jesús, luz de los evangelistas, ten piedad de nosotros

Jesús, Palabra de vida, ten piedad de nosotros

Jesús, fortaleza de los mártires, ten piedad de nosotros

Jesús, apoyo de los confesores, ten piedad de nosotros

Jesús, pureza de las vírgenes, ten piedad de nosotros

Jesús, corona de todos los santos, ten piedad de nosotros

Sé indulgente, perdónanos, Jesús

Sé indulgente, óyenos, Jesús

De todo mal, líbranos, Jesús

De todo pecado, líbranos, Jesús

De tu ira, líbranos, Jesús

De las asechanzas del diablo, líbranos, Jesús

Del espíritu impuro, líbranos, Jesús

De la muerte eterna, líbranos, Jesús

De la resistencia a tus inspiraciones, líbranos, Jesús

De todos nuestros pecados, líbranos, Jesús

Por el misterio de tu santa encarnación, líbranos, Jesús

Por tu nacimiento, líbranos, Jesús

Por tu infancia, líbranos, Jesús

Por tu vida divina, líbranos, Jesús

Por tu trabajo, líbranos, Jesús

Por tus fatigas, líbranos, Jesús

Por tu agonía y tu pasión, líbranos, Jesús

Por tu cruz y tu abandono, líbranos, Jesús

Por tus sufrimientos, líbranos, Jesús

Por tu muerte y sepultura, líbranos, Jesús

Por tu resurrección, líbranos, Jesús

Por tu ascensión, líbranos, Jesús

Por habernos dado la Sagrada Eucaristía, líbranos, Jesús

Por tus alegrías, líbranos, Jesús

Por tu gloria, líbranos, Jesús

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros

Oremos:

Señor Jesús, que has dicho: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá”, te rogamos que concedas a quienes imploramos el amor a tu santísimo nombre, para que podamos amarte con todo el corazón, con los labios y con las obras, y nunca nos apartemos de tu alabanza.

Concede, Padre, a tu pueblo vivir siempre en la veneración y el amor de tu santo nombre, ya que nunca privas de tu guía a quienes has cimentado en la firme roca de tu amor.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.