Dulce Nombre de Jesús
Queridos amigos lectores, hoy día tres de enero la Iglesia celebra la imposición del Nombre de Jesús, es una celebración de la que nuestra Orden de Predicadores, junto con otras, como nuestros hermanos Franciscanos, siempre han sido fieles custodios. Por eso les comparto en este pequeño artículo algo de la información que nos proporciona nuestro libro Propio de la Liturgia de las Horas dominicano, así como las reflexiones del Maestro en Sagrada Teología Ludovico Fanfani OP, en Le nostre preghiere.
El Dulce Nombre de Jesús: Historia, Devoción y Espiritualidad
La devoción al Santísimo Nombre de Jesús tiene raíces profundas en la tradición cristiana, remontándose a los primeros siglos del cristianismo. Desde sus inicios, los cristianos no solo veneraban el Nombre de Jesús con amor y respeto, sino que estaban dispuestos a confesar públicamente su fe y, en muchos casos, a sufrir el martirio por ella. Escritores apostólicos y la tradición eclesial dan testimonio de esta veneración que ha perdurado a lo largo de los siglos.
En la Iglesia oriental, esta devoción se vinculó íntimamente con la espiritualidad hesicástica, caracterizada por la contemplación profunda y el silencio interior. En Occidente, el Nombre de Jesús comenzó a adquirir un significado especial a partir del siglo XII, especialmente en los monasterios, donde el fervor por esta devoción se expresó en himnos como el conocido Jesu, dulcis memoria.
El Rol de los Dominicos en la Promoción del Nombre de Jesús
La Orden de los Predicadores desempeñó un papel clave en la difusión de esta devoción. En 1274, durante el Segundo Concilio de Lyon, el Papa Gregorio X encomendó al Beato Juan de Vercelli, entonces Maestro de la Orden, la misión de propagar el culto al Santísimo Nombre de Jesús. Esta responsabilidad fue tomada con gran celo por los dominicos, quienes desde los púlpitos y mediante escritos espirituales difundieron el amor y reverencia al Nombre de Jesús.
Figuras emblemáticas como el Beato Enrique Susón, quien grabó con un hierro candente el Nombre de Jesús en su pecho, y Santa Catalina de Siena, que iniciaba y terminaba sus cartas con la invocación Jesús dulce, Jesús amor, son ejemplos elocuentes del fervor dominicano por esta devoción.
San Bernardino de Siena, otro gran promotor de esta práctica, predicó incansablemente sobre el poder y la dulzura del Nombre de Jesús, difundiendo el símbolo del monograma IHS, que representa el Nombre de Cristo.
La Liturgia y la Devoción Pública
En el ámbito litúrgico, la devoción al Nombre de Jesús comenzó a ser formalizada en el siglo XIV. Los franciscanos introdujeron formularios litúrgicos específicos en 1530, mientras que los dominicos hicieron lo propio hacia finales del siglo XVII. En 1721, la fiesta del Santísimo Nombre de Jesús fue incluida en el calendario litúrgico romano, aunque inicialmente se asociaba con la Circuncisión del Señor, celebrada el 1 de enero.
En el Misal Romano actual, esta festividad cedió su lugar a la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, pero se mantiene la posibilidad de celebrar la Misa votiva del Santísimo Nombre de Jesús.
Milagros y Testimonios
El Nombre de Jesús ha sido fuente de innumerables milagros y conversiones. Un ejemplo notable es el milagro atribuido a Santo Domingo de Guzmán, quien, mediante la invocación del Nombre de Jesús, logró salvar a un grupo de peregrinos que estaban a punto de ahogarse en el río Garona.
Asimismo, en el siglo XV, durante una devastadora peste en Portugal, el Padre dominico André Díaz organizó una ceremonia en honor al Nombre de Jesús y bendijo agua en su Nombre. Quienes bebieron de esta agua o fueron rociados con ella, experimentaron curaciones milagrosas.
Las cofradías del Santísimo Nombre de Jesús
Como fruto de esta espiritualidad, surgieron las cofradías o confraternidades del Santísimo Nombre de Jesús. La primera fue fundada en Lisboa en 1432 y se extendió rápidamente por Europa y el mundo gracias a la predicación dominicana. Estas asociaciones buscaban honrar el Nombre de Jesús, combatir la blasfemia y fomentar el respeto hacia este Nombre santo.
El Papa Pío IV aprobó oficialmente las cofradías, concediendo indulgencias plenarias a sus miembros. Más tarde, San Pío V ordenó que estas asociaciones estuvieran bajo la supervisión de los dominicos. (Un Papa dominico, como no)
Una Devoción para Todos los Tiempos
El Dulce Nombre de Jesús no es solo una devoción del pasado, sino una fuente viva de consuelo y fortaleza espiritual para los fieles de hoy. Himnos como el Jesu, dulcis memoria y las Letanías del Santísimo Nombre de Jesús siguen siendo oraciones recomendadas, especialmente durante el mes de enero. (Os las comparto debajo)
En la actualidad, la devoción al Nombre de Jesús nos recuerda la centralidad de Cristo en nuestras vidas y el poder transformador de invocar su Nombre con fe y amor. Como enseñaba San Pablo: «Al Nombre de Jesús, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos» (Fil 2,10).
Que esta veneración siga siendo, en nuestros días, un faro de esperanza y una fuente de gracia para toda la Iglesia, especialmente para todos los que disfrutaremos de este regalo del año jubilar 2025.
Señor, ten piedad – Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad – Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad – Señor, ten piedad
Cristo, óyenos – Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos – Cristo, escúchanos
Padre celestial, que eres Dios – ten piedad de nosotros
Hijo y Dios Redentor del mundo – ten piedad de nosotros
Espíritu Santo que eres Dios – ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, un solo Dios – ten piedad de nosotros
Jesús, Hijo del Dios vivo, ten piedad de nosotros
Jesús, resplandor del Padre, ten piedad de nosotros
Jesús, verdadera luz eterna, ten piedad de nosotros
Jesús, Rey de gloria, ten piedad de nosotros
Jesús, sol de justicia, ten piedad de nosotros
Jesús, Hijo de la Virgen María, ten piedad de nosotros
Jesús, amable, ten piedad de nosotros
Jesús, admirable, ten piedad de nosotros
Jesús, Dios fuerte, ten piedad de nosotros
Jesús, Padre eterno, ten piedad de nosotros
Jesús, ángel del gran consejo, ten piedad de nosotros
Jesús, poderosísimo, ten piedad de nosotros
Jesús, pacientísimo, ten piedad de nosotros
Jesús, obedientísimo, ten piedad de nosotros
Jesús, manso y humilde de corazón, ten piedad de nosotros
Jesús, amante de la castidad, ten piedad de nosotros
Jesús, que tanto nos amas, ten piedad de nosotros
Jesús, Dios de la paz, ten piedad de nosotros
Jesús, autor de la vida, ten piedad de nosotros
Jesús, modelo de toda virtud, ten piedad de nosotros
Jesús, lleno de celo por las almas, ten piedad de nosotros
Jesús, que deseas nuestra salvación, ten piedad de nosotros
Jesús, nuestro Dios, ten piedad de nosotros
Jesús, nuestro refugio, ten piedad de nosotros
Jesús, Padre de los pobres, ten piedad de nosotros
Jesús, tesoro de cada creyente, ten piedad de nosotros
Jesús, buen pastor, ten piedad de nosotros
Jesús, verdadera luz, ten piedad de nosotros
Jesús, eterna sabiduría, ten piedad de nosotros
Jesús, bondad infinita, ten piedad de nosotros
Jesús, nuestro camino y nuestra vida, ten piedad de nosotros
Jesús, gozo de los ángeles, ten piedad de nosotros
Jesús, Rey de los patriarcas, ten piedad de nosotros
Jesús, maestro de los apóstoles, ten piedad de nosotros
Jesús, luz de los evangelistas, ten piedad de nosotros
Jesús, Palabra de vida, ten piedad de nosotros
Jesús, fortaleza de los mártires, ten piedad de nosotros
Jesús, apoyo de los confesores, ten piedad de nosotros
Jesús, pureza de las vírgenes, ten piedad de nosotros
Jesús, corona de todos los santos, ten piedad de nosotros
Sé indulgente, perdónanos, Jesús
Sé indulgente, óyenos, Jesús
De todo mal, líbranos, Jesús
De todo pecado, líbranos, Jesús
De tu ira, líbranos, Jesús
De las asechanzas del diablo, líbranos, Jesús
Del espíritu impuro, líbranos, Jesús
De la muerte eterna, líbranos, Jesús
De la resistencia a tus inspiraciones, líbranos, Jesús
De todos nuestros pecados, líbranos, Jesús
Por el misterio de tu santa encarnación, líbranos, Jesús
Por tu nacimiento, líbranos, Jesús
Por tu infancia, líbranos, Jesús
Por tu vida divina, líbranos, Jesús
Por tu trabajo, líbranos, Jesús
Por tus fatigas, líbranos, Jesús
Por tu agonía y tu pasión, líbranos, Jesús
Por tu cruz y tu abandono, líbranos, Jesús
Por tus sufrimientos, líbranos, Jesús
Por tu muerte y sepultura, líbranos, Jesús
Por tu resurrección, líbranos, Jesús
Por tu ascensión, líbranos, Jesús
Por habernos dado la Sagrada Eucaristía, líbranos, Jesús
Por tus alegrías, líbranos, Jesús
Por tu gloria, líbranos, Jesús
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros
Oremos:
Señor Jesús, que has dicho: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá”, te rogamos que concedas a quienes imploramos el amor a tu santísimo nombre, para que podamos amarte con todo el corazón, con los labios y con las obras, y nunca nos apartemos de tu alabanza.
Concede, Padre, a tu pueblo vivir siempre en la veneración y el amor de tu santo nombre, ya que nunca privas de tu guía a quienes has cimentado en la firme roca de tu amor.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.