Artículos de Eddy González
El evangelio de este domingo nos insta a no tener miedo, a mantener la calma, a confiar en Dios. Pero también a no bajar la guardia, a estar alertas y cuidando constantemente de la vida espiritual.
La fama, en su sentido básico, es expresión de la dignidad que todo hombre posee y nunca pierde; es también el edificio que la persona, como tal, va construyendo a lo largo del tiempo con su propio esfuerzo moral, profesional, etc.
Los Magos fueron guiados por la estrella y la estrella era guiada por el Niño: el astro no determina el destino del Niño, sino que el Dios que acaba de nacer determinará el destino de los hombres y mujeres de todos los tiempos.
A ejemplo de José, que después de haber atendido a la voz del ángel acogió a su mujer, así acojamos nosotros el mensaje del Salvador, de Jesús el Señor.
Jesús en este tiempo, pedagógicamente les exhorta a aguardar a que se cumpla la promesa del Padre: en dicha promesa, los discípulos recibirán el Espíritu Santo y se convertirán en testigos de la resurrección.
"Ir postergando nuestras responsabilidades y dejándolas para el final poco a poco se va convirtiendo en una especie de frenesí, en un círculo vicioso donde hay mil cosas por hacer antes de empezar lo que realmente merecía el tiempo y la atención".
"Con las nuevas tecnologías nos enfrentamos no solo a un desafío externo, sino también a un problema que influye en partes esenciales de nuestra vida, como la libertad, la responsabilidad o la alteridad".
A veces estamos felices, otras tristes (y nos angustiamos por diversas situaciones), pero siempre amanece un nuevo día y seguimos adelante: «Dios a nadie desampara».