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Artículos de Francisco Pérez De Pieri

Si nos consideramos y nos pensamos cristianos, debemos tener unas actitudes determinadas. Estas actitudes son todas derivadas del lugar donde tenemos el corazón. Relativizar asuntos como el dinero, la comida, el poder, etc. son fruto de la experiencia fontal d
Cuando desgranamos las cuentas del rosario, hacemos en el plano material, lo que el espíritu hace en el plano espiritual. Vamos pasando y repasando las maravillas de la vida del Redentor, para repetir, o al menos intentar, aquel nivel de entrega de su Madre.
Al discípulo de Jesús se le reconoce por el ingrediente con lo que lo hace todo, por el amor. Cualquier persona, venga de donde venga, sea lo que sea, ame como ame, piense como piense, o sienta como sienta, si lo hace con amor: ése es discípulo de Jesús.
Jesús no se muestra a aquellos a los que “debía” mostrarse. Se muestra a aquellos que tienen necesidad de Él: a los ciegos, encarcelados, oprimidos, etc. Ésa es la situación propicia para que “acción” y “palabra” puedan proclamar la Fe en Jesús.
la felicidad plena, supone un cambio de actitud, un cambio en nuestras relaciones respecto a la realidad. No vivo para buscar mi propio bienestar, sino que vivo preocupado por hacer de este mundo, un lugar más justo.