Artículos de Francisco Pérez De Pieri
Si nos consideramos y nos pensamos cristianos, debemos tener unas actitudes determinadas. Estas actitudes son todas derivadas del lugar donde tenemos el corazón. Relativizar asuntos como el dinero, la comida, el poder, etc. son fruto de la experiencia fontal d
Cuando desgranamos las cuentas del rosario, hacemos en el plano material, lo que el espíritu hace en el plano espiritual. Vamos pasando y repasando las maravillas de la vida del Redentor, para repetir, o al menos intentar, aquel nivel de entrega de su Madre.
Al discípulo de Jesús se le reconoce por el ingrediente con lo que lo hace todo, por el amor. Cualquier persona, venga de donde venga, sea lo que sea, ame como ame, piense como piense, o sienta como sienta, si lo hace con amor: ése es discípulo de Jesús.
Jesús no se muestra a aquellos a los que “debía” mostrarse. Se muestra a aquellos que tienen necesidad de Él: a los ciegos, encarcelados, oprimidos, etc. Ésa es la situación propicia para que “acción” y “palabra” puedan proclamar la Fe en Jesús.
la felicidad plena, supone un cambio de actitud, un cambio en nuestras relaciones respecto a la realidad. No vivo para buscar mi propio bienestar, sino que vivo preocupado por hacer de este mundo, un lugar más justo.
Celebrar el cuerpo y sangre de Cristo significa celebrar la unidad de nuestro cuerpo con el cuerpo de Cristo.
Nuestras palabras deberían intentar ser palabras que bendicen, que ayudan y que curan. Pero palabras que nacen de la profundidad que entiende y compadece.
La Resurrección de Cristo es el punto central de la Historia, desde ahora, en el devenir de la Humanidad: es posible la esperanza.
Ella, que es nadie para la Historia de los hombres, se ha convertido en paradigma santo de los insignificantes, la Madre de los sin voz, la Madre de los olvidados.
¿Que cómo es mi experiencia del noviciado? Para resumirlo en una sola palabra yo diría “intensa”; o al menos espero que así sea
María se lanza al encuentro de su prima, para comprobar si lo que le ha dicho el Ángel es cierto. En esta búsqueda es donde se manifiesta claramente que María es Madre de los creyentes