

"En este primer domingo del tiempo de Cuaresma, el mensaje central del evangelista Lucas es uno: Jesús, en el desierto, era guiado por el Espíritu Santo y fue tentado. Jesús fue tentado, pero nunca estuvo solo".
"Con las nuevas tecnologías nos enfrentamos no solo a un desafío externo, sino también a un problema que influye en partes esenciales de nuestra vida, como la libertad, la responsabilidad o la alteridad".
"Para ser capaces de trasmitir la misericordia de Dios hemos de ser capaces de sentir dicha misericordia en nuestra vida".
"La naturaleza de las cosas (su origen) da identidad de lo que ellas son, de ahí la importancia que tiene reflexionar sobre la causa primera de lo creado, esa causa como bien sabemos es Dios".
"El odio, la venganza y el rechazo son incompatibles con la felicidad: nos vuelven inhumanos y van en contra de la paz. Por eso Jesús nos pide que busquemos el bien de los demás..."
Nadie está exento de la música: podemos constatar que cada pueblo y cultura posee en sus raíces canciones, instrumentos musicales y ritmos propios que los hacen únicos respecto al resto del mundo.
Tenemos que relacionarnos con nuestros hermanos desde el amor, el perdón, la confianza pero aceptando que, igual que nosotros, ellos también tienen sus debilidades y flaquezas. No podemos exigir del hermano las categorías divinas, pues este no es Dios.
El fútbol, como la comunidad de hermanos, te enseña a perder y a seguir adelante, a correr de modo orante hacia el mayor premio que es Cristo.
La verdadera confesión no es sólo reconocer nuestra pequeñez, sino confesar y confiar en la misericordia de Dios.
"El reto es interiorizar y encarnar el Evangelio para ser parábolas vivientes de la presencia del Reino: una pequeña semilla, un poco de levadura en medio del mundo, una voz…"