

Podemos ver en María en este gesto de acercarse, de encontrarse, la dimensión femenina y maternal en la salvación que Dios nos trajo.
La esperanza existe para los desesperados. Y si Cristo continúa cayendo en la Historia en las caídas de sus hermanos, es porque el caer renueva las fuerzas para seguir levantándose.
La presente condición del mundo y las formas de cómo este mundo se organiza, contradicen el proyecto de Dios de instaurar su Reino.
Jesús fue un gran predicador,no cabe duda, que cautivaba: su palabra revelaba la autenticidad de un hombre íntegro y sin falsedad.
Las personas siempre preparamos los acontecimientos importantes de nuestras vidas. En la Cuaresma los cristianos preparamos nuestra fiesta, que es la Pascua.
Nuestro gobierno está abierto a renovar la legislación para que “la Orden tenga una presencia en el mundo adaptada a cada generación”, siempre que permanezcan los elementos substanciales que se expresan en la Constitución Fundamental.
Santo Tomás, su figura y su obra, es brújula segura en nuestra vocación, en eso de utilizar la herramienta primordial que poseemos los frailes dominicos y así poder ser útiles a los demás: el estudio.
Cuando no sabemos teología nos convertimos en más papistas que el Papa, endurecemos el discurso papal, nos quedamos con aspectos accidentales y corremos el riesgo de no prestar atención a lo verdaderamente importante.
Atrevámonos a dejar que el amado, Dios, nos encuentre y nos exprese su enamoramiento. Dejarse penetrar por ese amor, dejarse encontrar por Él, vivirlo, practicarlo, navegar en ese inmenso mar de su amor.
La cuestión es que el estudio de la filosofía, y de la filosofía con su especificidad, ha sido casi un mandato en nuestra Orden.