Artículos de Fr. Juan Manuel Martínez Corral
¿Crees que Jesús te llama a la vida religiosa como fraile dominico?
Caleruega
"Estas higueras cristianas, que somos cada uno de nosotros, están llamadas a dar frutos amorosos de hospitalidad, donde el cansado, agobiado, marginado, peregrino, el refugiado, el sinvoz y el diferente puedan recomponerse en la frescura de su sombra".
La enseñanza que podemos sacar del texto evangélico de hoy es que nunca poseemos una verdad absoluta de las cosas, que debemos abrirnos a las verdades que nos traen otros, para así construir una verdad plena y absoluta en Dios.
El impulso compasivo a la hora de obrar se forja en el interior del corazón: el hombre bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien [...] porque de lo que rebosa el corazón habla la boca (Lc 6,46).
Las reservas, intereses personales, la mediocridad, medias tintas, llevan sin lugar a dudas que el grano de trigo se ahogue entre terreno pedregoso.
"Lo sorprendente no va a ser el juicio, ni la separación. Lo sorprendente es lo que se va a exigir en ese juicio, que no es otra cosa que la máxima de la caridad, es decir, cómo nos hemos comportado con los demás, nosotros que pertenecemos al rebaño de Cristo"
El camino del seguimiento de Jesús, lo debemos hacer con plena integridad, transparentando la condición de hijos de Dios. Nuestro corazón no puede temblar cuando ante nosotros se decide la vida o la muerte. En todo momento optamos por la vida en Dios.
La fe es una nueva luz en nuestra vida que nos permite una compresión de mente y una entrega total de corazón.
Jesús trae un amor liberador para hombres y mujeres, ante la ley judía que era aplicada de manera rigorista.
Dios pone en el interior de la semilla su fuerza vital
Cristo es la justicia para todos los que sufren en sus vidas algo que atenta contra su dignidad
El celo por las cosas de Dios me lleva a reconstruir mi vida, a ponerme en camino y a construir lazos y puentes con el necesitado.... y al prójimo
Ante la variedad de escenas en la Pasión, un denominador común: el deseo que hay en el corazón humano por la búsqueda de la Verdad y cómo nos vamos posicionando frente a Jesús.
Adviento es poner la mirada al final del camino y tener presente cuál es el objetivo primordial de la humanidad entera: la plenitud de los tiempos. Y esa plenitud no es otra cosa que el Reino de Dios que ya se está realizando y que nos invita a encontrar una n
En este crecimiento hay que mostrar lo mejor de nosotros mismos, puesto que este camino es también de compromiso.
Debemos ampliar horizontes y saltar barreras para ser con el otro, para ser capaces de vivir en comunión fraterna con los demás, y siempre transparentando a Dios