

"Como sembradores debemos cuidar y atender nuestra semilla para que germine y más aún para que crezca, pero sabiendo que lo que hace que brote la vida no son nuestros esfuerzos, no es algo que hayamos añadido a la semilla sino su propia fuerza vital".
"La predicación de Cristo es nuestra predicación, sin embargo, nosotros anunciamos a Jesús, y por eso el predicador tendría que tener siempre su vida centrada en Cristo, y así la predicación es predicar como Cristo predicaba, pero anunciando esa Buena Nueva a
"El mensaje de fraternidad del Reino, entiéndase la voluntad de Dios, es para todos y todas. Obviamente este detalle es muy significativo en la cultura y tiempo de Jesús donde la discriminación por género era un tema bien serio".
"Todos hemos necesitado acompañamiento, guía, corrección, calor, ánimo, de otros hermanos que han sabido ayudarnos a “aprender a ser frailes dominicos.”
Esto que ahora tengo entre mis manos en adelante seré yo mismo en totalidad. Yo mismo presencializado en el Pan y en el Vino. Por consiguiente, no es una parte de su ser lo que se nos entrega, es todo Él.
"Para poder seguirme configurando como fraile dominico, estoy en un continuo aprendizaje de todos los elementos propios de la Orden de Predicadores, la vida de nuestro Padre fundador Santo Domingo de Guzmán y la de los Santos que han anunciado a Cristo siguien
La característica fundamental de cada persona divina es ser para la otra, por la otra, con la otra y en la otra. Cada persona viva se vivifica eternamente vivificando a las otras y participando de la vida de las otras.
El impulso compasivo a la hora de obrar se forja en el interior del corazón: el hombre bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien [...] porque de lo que rebosa el corazón habla la boca (Lc 6,46).
El espíritu poderoso de Dios está irrumpiendo en el mundo para unir a la nueva humanidad dividida en una nueva comunidad, donde no haya distinción de lengua, pueblo, raza…
Actuando con buena fe y buena voluntad podremos convertirnos en discípulos de Jesús, pero es cierto que hacer el bien como Jesús tiene sus consecuencias: “Os perseguirán en mi nombre”.