

Santo Domingo muestra que no hay que acostumbrarse a pensar que la resurrección es solo una cosa que nos espera al otro lado de la muerte
Todo este movimiento de descender y ascender de Domingo ante el crucificado, es dar gloria al Padre
Santo Domingo con este modo de orar quiere aprender que el amor es fundamental en la vida cristiana, porque sin amor la vida se vacía de sentido.
Santo Domingo con esta forma de orar manifiesta que se siente y se reconoce pecador; a la vez que se identifica y solidariza con los pecadores.
Practicar la humildad como lo hizo Santo Domingo es reconocer nuestros propios límites, renunciar a aspiraciones desmedidas y no perseguir cosas grandiosas.
“cada movimiento era una lengua que hablaba de lo que rebosa el corazón”.
Nuestra predicación tiene que estar encarnada en nuestra realidad y partir de la escucha de nuestro mundo, de sus riquezas y pobrezas, de sus capacidades y limitaciones, de sus alegrías y sufrimientos.
Experiencia/reflexión de un creyente.
Me dijo que yo podía ser dominico y solo le respondí que ni jugando
El secreto de ser dominico está en dejarse escoger, después aprender a estar con Él, primero a solas y luego en comunidad, y de esta manera dejarse transformar...