Con el sacerdocio, mi vocación de fraile dominico se ha hecho más plena y ha cobrado infinidad de nuevos sentidos.
O amor de Deus, mostrado na cruz é a nossa plena, contínua e eterna salvação!
Con el anuncio del ángel a María y con la respuesta de ésta, fiat, comienza la vida de Jesús, su existencia como hombre en la historia de los hombres y las consecuencias que ello conlleva.
Toda la creación nos habla del misterio de Dios y de la cruz. Todo esto se descubre con la fe en Jesús. Tener fe o creer es abrirse a recibir el don de Dios.
El que promete se adelanta al tiempo de modo libre, asume que el tiempo podrá cambiar las circunstancias, pero que la lucidez que tenía cuando asumió su compromiso no cambiará. El que es fiel se compromete a cumplir la promesa hecha, a pesar de los cambios que
Nuestra predicación tiene que ser la de una religión humana que libere, comprometida y espiritual, donde lo más importante sea dar la vida por los demás.
Hay algo por descubrir: no es lo mismo tener certezas que vivir sentido. La certeza puede fundarse en el engranaje. El sentido es el aire que alienta.
La formación dominicana, dicho de otro modo, busca conseguir frailes que actúen siempre por convicción y no por obligación, no porque esté mandado sino por estar convencidos de que es así como deben actuar.
El desierto convierte a los humanos en niños: los hace vulnerables, arruina todas las falsas seguridades a las que habitualmente nos aferramos para poder sobrevivir. El desierto nos deja desnudos, sin nada.
La Cuaresma es el movimiento de reorientación que comenzamos en este Miércoles de Ceniza. Reorientarse hacia hacer vida de verdad del mensaje del evangelio en nuestra vida, el tomarnos una vez más en serio eso de ser cristianos.
