

Sección: A la escucha
Año tras año celebramos con tanta felicidad el misterio de la Resurrección: Cristo vivo y resucitado está presente en medio de nosotros.
El mismo pueblo que celebró efusivamente la entrada de Jesús en Jerusalén como un taumaturgo, un profeta quien creían que les libraría del poderío del Imperio romano, fue quien pidió su crucifixión ante Poncio Pilato unos pocos días después.
Marta, en medio del dolor, cuando escucha decir a Jesús que él es «la resurrección y la vida», le cree.
Habitar en la luz es dejarse guiar por la gracia de Dios, la gracia permite que participemos de la luz de Cristo y ofrecer la luz a la demás. Los cristianos estamos llamados a dejar la ceguera y habitar en la luz.
Sicar, o Siquem, significa 'hay algo obstruido', y ya nos dice algo del relato. El encuentro entre estos dos sedientos consistirá en desbloquear, desatascar.
Convencidos de que Jesús es el Hijo amado de Dios, escuchémosle. Escuchemos su mensaje lleno de amor, que está detrás de su muerte en la cruz, y la esperanza que nos trae en la resurrección.
Jesús no nos pide una actitud pasiva y resignada frente al mal
Jesús quiere prevenirnos contra dos tendencias: la ley esclavizante del hombre y la libertad sin rumbo vital.
V domingo del T. O.: Iluminar no es lo mismo que brillar. El cristiano luce, pero no se luce.
La luz a la que hace referencia el anciano Simeón somos nosotros, el pueblo santo de Dios: eres tú y soy yo.