

Sección: A la escucha
La misión de Jesús no será una obra meramente humana: un emprendimiento ético, político o social. Su misión es mucho más importante y duradera: revelarnos el proyecto de Dios para la humanidad, en el que nos acoge con misericordia a todos nosotros y que es lib
"En Caná de Galilea Jesús comenzó a mostrar sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos. La transformación del vino tiene que ver con la transformación de nuestra vida; una vida se transforma si dejamos a Jesús entrar y actuar en nosotros"
Todo hombre bautizado tiene el deber continuar la misión de Jesús de anunciar la buena noticia: curar, liberar… y salvar. De esta manera damos sentido a nuestra vida y vivimos nuestro don de hijos amados por Dios.
La fiesta de la Epifanía del Señor, que celebramos este domingo, es tradicionalmente conocida como el día de Reyes. Sin embargo, no es el regalar (cosa que nos impone el mercado mundial) lo que realmente hace de esta fiesta algo importante, sino más bien «el a
"Nuestra vida está llamada a ser cristianos por vocación: no interrumpe nuestra historia, no ignora nuestros sueños; nos lleva a la construcción de una historia de amor que nos hace plenos en las manos del Eterno Amor".
"Desde el encuentro con los seres queridos, enviemos al mundo un mensaje de esperanza y de amor que nos hace felices, porque el Señor está con nosotros".
"Un amor desinteresado y generoso con los demás, convencidos del regocijo, júbilo y alegría de la espera, para poder transmitirlo a quienes nos rodean".
«Una voz grita en el desierto»; es la voz de Juan el Bautista, la voz de Dios que nos invita a una nueva vida. En el desierto la voz grita porque el silencio permite que el sonido llegue lejos.
A veces estamos felices, otras tristes (y nos angustiamos por diversas situaciones), pero siempre amanece un nuevo día y seguimos adelante: «Dios a nadie desampara».
"El hombre se hace verdadero, se convierte en sí mismo, si llega a ser conforme a Dios; entonces alcanza su verdadera naturaleza. Por consiguiente, el reino de Dios está dentro de nosotros, en nuestros labios y nuestro corazón, cuando cumplimos la voluntad de