Sección: A la escucha
Hoy muchas personas necesitan palabras de esperanza, palabras que dan vida:Dios y su Palabra nos brindan la oportunidad de crear espacios de esperanza vital.
Jesús en el desierto nos lanza el grito de confiar en aquello(s) que amamos y entregarnos a lo(s) que amamos.
Que en este tiempo de Cuaresma que empezamos nos preguntemos lo mismo que aquel maestro: ¿Sabéis cómo medir cuando empieza el día? Cuando al mirar el rostro de un hombre cualquiera, ves que es tu hermano.
Pedro era un pescador en el mar de Galilea, era como un confidente del mar; y en plena juventud cambió de vida: de ‘pescador’ en Galilea pasó a ser ‘pescador de otros mares’.
Todos estamos llamados a algo más. Pero quizás el ruido de nuestro mundo no nos deja oír bien.
Santo Domingo entendió la Comunidad como una familia de comunión fraterna, oración y en búsqueda de la Verdad
Cada niño, cada niño del mundo, tantos críos sin futuro y sin pan, son ese crío clandestino. Después, más tarde, un día, le llamaremos Salvador.
Jesús, para identificarse como Mesías, no necesita mucha palabrería, bastan sus obras
Ella, que es nadie para la Historia de los hombres, se ha convertido en paradigma santo de los insignificantes, la Madre de los sin voz, la Madre de los olvidados.
Adviento es poner la mirada al final del camino y tener presente cuál es el objetivo primordial de la humanidad entera: la plenitud de los tiempos. Y esa plenitud no es otra cosa que el Reino de Dios que ya se está realizando y que nos invita a encontrar una n