Sección: A la escucha
Con el mismo amor con que Yo os he amado, no es una recomendación sino la respuesta a la búsqueda constante del ser humano
Jesús es la Palabra de Dios hecha carne. Toda la historia del hombre Jesús, sus palabras, sus obras, su vida, su muerte, deben ser leídos a partir de esta afirmación.
Los discípulos nos enseñan a todos los creyentes, hombres y mujeres, a escuchar ante todo y por encima de todo la voz de Dios. Obedecer a Dios ante todos los poderes del mundo, ante todas las dificultades; hay que confiar en Dios
La resurrección hay que verificarla en las Escrituras, en la experiencia comunitaria y en la vida fraterna
Un verdadero discípulo, uno que, desde su aparente discipulado silente, no claudicó frente a la muerte de Jesús.
Aún en esta escena, donde parece que lo único que queda es enterrar y cerrar, sigue siendo Espíritu que no cesa en su trabajo por sacar del corazón humano algo digno de él.
El amor fue el principio, el fundamento y la razón de la muerte de Jesús. Le llevó a trascender los límites de la carne y de la incertidumbre, con superlativa fuerza de eternidad.
Jesús clavado en la cruz, es la respuesta a que la vida del hombre no es y no puede ser una tragedia sin sentido.
Este desgarro ha alcanzado lo más íntimo; se ha llegado donde descansa el sentido de lo sagrado y la dimensión impenetrable del respeto inviolable
¿Cuántas veces hemos sido motivo de caídas para otros? El justo cae siete veces y se levanta