Sección: A la escucha
La vida cristiana es una vida fundamentalmente alegre, es una vida que transmite la paz y la alegría del Dios de Jesucristo.
A partir de Navidad la humanidad funciona, y se canta a la vida divina encarnada en Jesús.
El culmen de este tiempo de espera, en la esperanza, es la certeza de que somos amados desde lo alto de los cielos y desde lo ancho de la tierra
El triunfo del bien sobre el mal no es el final de una película sino la promesa de vida que nos da Dios.
Jesús nos invita a preguntarnos si el mensaje que anunciamos está orientado a compartir realmente las necesidades, preocupaciones e interrogantes del hombre de hoy
La palabra de Jesús es palabra de salvación y sanación. Es la fuerza liberadora de la fe la que nos trae la salvación y sanación. Es en el hombre Jesús en donde se encuentra a Dios
El fin de la vida es que seamos constructores de una humanidad en la que predomine un nosotros muy amplio, con vistas a un camino común hacia el sentido y la felicidad.
Qué largo camino, y cuán doloroso y singular, el de la vocación cristiana y misionera de Pablo hasta hacer de su vivir un ‘vivir para Dios’, un ‘vivir en Cristo y con Cristo’, despreciando cualquier otro valor que se presentara como tentación del maligno.
Responder a la vocación, intentar discernir lo que se nos regala en ella, exige, como condición imprescindible para no errar, crecer en esta confianza, alimentarla, vivirla de un modo cada vez más hondo. En parte no pequeña, la vocación es cuestión de confianz
La predicación del Reino, como Jesús enseñó, tiene muchos caminos. El de la Orden de Predicadores, el de ser fraile dominico, es uno de ellos, de los más apasionantes, pero también de los más exigentes. Responder a la llamada de la vocación es precisamente éso