

Sección: A la escucha
Esto que ahora tengo entre mis manos en adelante seré yo mismo en totalidad. Yo mismo presencializado en el Pan y en el Vino. Por consiguiente, no es una parte de su ser lo que se nos entrega, es todo Él.
La característica fundamental de cada persona divina es ser para la otra, por la otra, con la otra y en la otra. Cada persona viva se vivifica eternamente vivificando a las otras y participando de la vida de las otras.
El espíritu poderoso de Dios está irrumpiendo en el mundo para unir a la nueva humanidad dividida en una nueva comunidad, donde no haya distinción de lengua, pueblo, raza…
Actuando con buena fe y buena voluntad podremos convertirnos en discípulos de Jesús, pero es cierto que hacer el bien como Jesús tiene sus consecuencias: “Os perseguirán en mi nombre”.
El amaos unos a otros implica, entre otras cosas, gestionar obras que vayan en favor de la dignidad humana.
Toda nuestra vida tiene sentido porque Dios nos amó por primero, nuestra historia es la historia de amor de Dios por nosotros. Amar es el acto humano que más nos asemeja a Dios.
Hoy en día, igual que siempre, se necesitan testigos que hablen de Jesús resucitado. Y que hablen de Él, no de una manera teórica, sino desde la experiencia personal que se tiene de Él.
El cristiano debe ser portador de paz y perdón en medio de un mundo herido por la guerra y el rencor.
Solo quien verdaderamente dudó o mismo negó alguna vez su fe puede creer con todas las fuerzas, sin temer. Con Pedro fue así. El anuncia que todo lo que ha hecho y enseñado Jesús, desde el bautismo en el río Jordán hasta la ascensión, es anuncio de salvación.
El fruto de la Pasión es como fuente de la pasión, donde se mira cada momento de la pasión es como un pozo que conecta la fuente de la vida.