Artículos de Fr. Moisés Pérez Marcos
Creo que una de las cosas que podemos aprender de santo Tomás es que la verdad importa. El santo dominico tuvo durante toda su vida esta pasión: buscar la verdad.
La pluralidad de nuestra forma de predicación es asombrosa, y desde el mártir hasta la pedagoga la Orden no pretende otra cosa sino predicar.
La Navidad enseña a buscar a Dios no en manifestaciones de poder y coerción, sino en un niño necesitado y lloroso cuyo nacimiento es anunciado con la mayor alegría a unos pastores pobres.
Jesús resucitado no es una ilusión de los discípulos, ni un holograma; no es un producto de la imaginación...
Las personas siempre preparamos los acontecimientos importantes de nuestras vidas. En la Cuaresma los cristianos preparamos nuestra fiesta, que es la Pascua.
Capítulo VIII: Los últimos cien años
Responder a la vocación, intentar discernir lo que se nos regala en ella, exige, como condición imprescindible para no errar, crecer en esta confianza, alimentarla, vivirla de un modo cada vez más hondo. En parte no pequeña, la vocación es cuestión de confianz
La experiencia del Espíritu no es una experiencia al margen del mundo ni de lo cotidiano. La experiencia del Espíritu, la experiencia religiosa, es propiamente la densidad profunda de la existencia.La experiencia del Espíritu hace que cada partícula del univer
Como cristianos hemos de cultivar la experiencia del Espíritu, colaborar con ella en nuestro proceso de transformación hacia una vida más santa, más plena.
El desierto convierte a los humanos en niños: los hace vulnerables, arruina todas las falsas seguridades a las que habitualmente nos aferramos para poder sobrevivir. El desierto nos deja desnudos, sin nada.
Gracias a la esperanza sabemos que la creación entera será un día transformada por completo para ser solamente buena, para que exista sólo el bien.
Cuanto más comprendamos, más cerca estaremos de Dios, que ha hecho todas las cosas con sabiduría. Cuanto más amemos, más cerca estaremos de Dios, que es amor y ama todo lo que ha creado, pues todo lo creado es bueno, amable.
María Magdalena es para todo creyente un ejemplo del poder transformador que puede actuar en las personas cuando se acoge a Jesús, cuando se intenta vivir siguiéndole, un ejemplo de conversión, de liberación, de vocación.
Donde coinciden la esencia de lo divino y la esencia de lo humano es en la realidad fecunda e inagotable del amor. La forma humana de aproximarse a Dios, de crecer en convivencia con él, es amar.
La resurrección es la experiencia de lo nuevo, de la posibilidad y la progresiva consecución de un mundo mejor, más justo, más bueno y más bello. Experimentar la resurrección exige trabajar para que lo que se nos muestra en ella se haga realidad: el destino de
El estudio no desvela el Misterio, no lo diluye, no da la respuesta de una vez por todas. Estudiar lo incomprensible, hablar sobre lo indecible, adquirir familiaridad con lo totalmente otro, implica una convivencia. Esta convivencia con el Misterio, con su hon
«Buscaban un dios nuevo, y dicen que le hallaron.
Yo apenas vi a los hombres; jamás he visto dioses.
¿Cómo ha de ver los dioses un pastor ignorante?
Mira el sol desangrado que se pone a lo lejos»
Soñar es un modo de hacer que el futuro resulte fértil. Soñar es preñar de posibilidades el mañana. Cuando nos atrevemos a soñar juntos un futuro mejor, estamos también generando la posibilidad de que Dios, que es siempre novedad inagotable, actúe de nuevo en
La resurrección no es la canalización de un deseo frustrado, porque es la reacción que en nosotros produce el amor. No esperamos porque aquí no hayamos conseguido lo que buscábamos. Esperamos porque hemos sido amados y porque hemos amado.
El misterio de la eucaristía es un misterio de amor al que sólo se accede desde el amor. Es un misterio de entrega, al que sólo se accede desde la entrega.
“Pensaba que sus hermanos comprenderían que Dios los iba a salvar por medio de él, pero ellos no comprendieron” Hch 7, 25.