

Jesús padece y se compadece de la humanidad. Rehúsa salvarse a sí mismo mediante el poder y la fuerza. Quiere “reinar” en el servicio, ser «uno de tantos».
El poder de Jesús actúa positivamente en Lázaro porque su fe permanecía con él acompañada por las suplicas de sus hermanas.
El movimiento juvenil dominicano (MJD) es un movimiento que quiere englobar a todos los jóvenes dominicos en España. La Oración, el estudio, la comunidad, la compasión y la predicación definen nuestra vida y la forma de entender la Fe.
El reconocimiento de nuestra debilidad y nuestros límites, nos sirven como medios para fortalecer nuestra fe en Jesús.
Relacionándolo con la vocación, iré, a través de la experiencia del juicio, exponiendo las virtudes que pienso que son las más relevantes para poder responder a la vocación, a ser valiente y a no tener miedo.
Si nos fijamos en cómo la mujer siente necesidad de ir a hablar de Jesús a los demás, quizás Jesús te llame a ti ¿Te animas a hacerlo como dominic@?
La fuerza del seguimiento de Cristo, la espiritualidad dominicana, los momentos de oración y los espacios de reflexión teológica responden a lo que la Orden puede y debe ofrecer.
Dios sigue transfigurándose hoy en día, sólo debemos saber mirar bien. Dios sigue hablándonos y llamándonos hoy en día. Su voz sigue diciendo de forma clara lo que debemos hacer. Simplemente debemos estar atentos y escuchad.
La Familia Dominicana tiene que insistir a tiempo y a destiempo en la predicación de la gracia, para urgir esas prácticas de justicia y misericordia, para sacar al cristianismo de tanto pesimismo, de tanto voluntarismo, de tanto moralismo…
La mejor satisfacción es vencer a aquél que nos tienta. Es saber que, nuestra conciencia está tranquila y en paz, pues no viviremos sólo el momento de la codicia o de la vanidad, sino que nuestra gratitud será el haber rechazado aquello que posteriormente será