

Sección: A la escucha
Somos hijos de Dios en cuanto nos parecemos a él en su Espíritu, cuando actuamos con los mismos sentimientos de él
El camino del seguimiento de Jesús, lo debemos hacer con plena integridad, transparentando la condición de hijos de Dios. Nuestro corazón no puede temblar cuando ante nosotros se decide la vida o la muerte. En todo momento optamos por la vida en Dios.
Los cristianos debemos fijar el sabor de la justicia y el bien común en la desabrida sociedad de la indiferencia.
El Bautismo de Jesús es un momento extraordinariamente importante en su camino. Supone no sólo el comienzo de su “vida pública” sino que es algo más, es un momento fundante para Jesús, es el momento de su propia vocación, un momento de una densidad especial de
En este tiempo de preparación, de espera y esperanza en el Señor que viene, también podemos esperar con José y como José, en un segundo plano, pero igualmente necesario en la historia de la salvación.
La misión del Bautista en la historia de la salvación es excepcional, pero solamente tiene pleno significado en relación con la plenitud del reino anunciado e inaugurado por Jesús.
Vivimos la alegría de creer que Dios mismo se hace hombre como nosotros
Un Rey que nos ofrece paz, esperanza y amor, que nos trae la salvación.
Nuestra predicación debe llevar siempre juntos un anuncio de la verdad y una denuncia contra cualquier iniquidad.
La resurrección no es solo un simple revivir, sino que es un nacer a la vida a la que siempre hemos aspirado