Sección: A la escucha
María es madre humana del Hijo de Dios, aquel que los siglos aguardaban y del que los profetas hablaron. María es madre del Hombre en el que Dios mismo se encarna.
La familia es un lugar de crecimiento de la propia vida y de la de los demás,por eso Jesús, el Mesías, necesitó de una familia para realizar su proyecto de salvación.
El lenguaje y el sentimiento de esta noche divino-humana no puede ser otro que “alegría”, porque Navidad se escribe con la mano de Dios.
Soñar es un modo de hacer que el futuro resulte fértil. Soñar es preñar de posibilidades el mañana. Cuando nos atrevemos a soñar juntos un futuro mejor, estamos también generando la posibilidad de que Dios, que es siempre novedad inagotable, actúe de nuevo en
En el misterio de María sólo nos queda el camino de la fe, el mismo camino que Ella tuvo que seguir, el mismo que Ella tuvo que abrazar, el del sin sentido de la fe, la espesura de la fe, la Fe con mayúsculas donde Dios viene a revelarse en el vientre puro y s
El Adviento que estamos celebrando nos habla de la llegada de Dios que celebraremos, pero no como un recordatorio de algo que sucedió hace casi dos mil años, nos está hablando de nosotros aquí y ahora, de cómo acogemos en nuestra vida al Dios que llega. De nue
El mismo deseo que nos mueve a mejorar nuestro mundo, nuestras relaciones y nuestra propia vida es deseo de Dios, sin duda.Este tiempo que necesitamos nosotros y la humanidad entera para darnos cuenta para tomar conciencia de la presencia de Dios y desearla ca
Este Domingo celebramos la Solemnidad de Jesucristo, Rey del universo, el profeta de Galilea portador de una nueva salvación a la humanidad. Jesús como desafío para los cristianos de hoy, desafío de compromiso existencial y social, pues es en la historia de Je
Reír ante la Muerte: Un Camino de Esperanza en la Vida Eterna
La resurrección no es la canalización de un deseo frustrado, porque es la reacción que en nosotros produce el amor. No esperamos porque aquí no hayamos conseguido lo que buscábamos. Esperamos porque hemos sido amados y porque hemos amado.