Sección: A la escucha
Es fácil saber o etiquetar quién es el otro. A los discípulos no les es difícil atribuirle identidades importantes a Jesús, la verdad profunda que en ellos se esconde es que Jesús es el modelo de hombre. Pero Jesús también pregunta, “Y tú, ¿dices que soy el mo
Benditas coincidencias en el evangelio de este domingo. El fariseo, una mujer pecadora, Simón, cada uno cumple su labor y, si nos damos cuenta, están cada uno en el lugar preciso para construir la presencia de Dios en medio de nosotros a través de su Hijo.
Tomar de lo tuyo Señor nos hará entrar en la dimensión divina de nuestra propia meta, tomar de lo tuyo Señor nos dará el cauce para empezar a vivir desde el misterio de un Sólo Dios Verdadero, que siendo Padre, es Hijo y es Espíritu Santo
El Espíritu viene para que lo imposible pueda ser hecho, para que los miedos se venzan y puedan enfrentarse las mayores aventuras posibles. El Espíritu da la fuerza y la luz para ser capaz de mirar de otro modo y donde antes sólo se veía temor, pueda verse pos
"El que me ama guardará mis Palabras y mi padre lo amará". Si nuestra fe está moviendo nuestra vida, si vemos que es capaz de moverla, estamos madurando en nuestra relación con Dios.
Los frailes nos encontramos, muchas veces, cuestionados por la gente a dar razón de nuestra identidad, a explicar lo que somos y a lo que nos dedicamos en una breve conversación. Y esto, que es de lo más complicado, nos exige una gran capacidad para sintetizar
El hombre es un ser en constante relación con los demás y así se va dando identidad, pues se ofrece en múltiples formas que tiene de relacionarse.
El amor es la única forma de conocer las cosas importantes de la vida. Aún más, el amor es la única fuerza capaz de hacer que cambiemos de planes, de expectativas y de prejuicios.
“Pensaba que sus hermanos comprenderían que Dios los iba a salvar por medio de él, pero ellos no comprendieron” Hch 7, 25.
“No me ruegues que te deje y que me aparte de ti; porque a donde tú vayas, yo iré; y donde tú vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, yo moriré, y allí seré sepultada. Sólo la muerte hará separación entre tú y yo.”